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#NOGAR

Un remanso de paz bañado por el mítico río Vibey.


Nogar, es uno de los seis pueblos que conforman el Ayuntamiento de Castrillo de Cabrera junto con Odollo, Castrillo, Noceda, Saceda y Marrubio.


Situado en el extremo Este del término municipal, tiene unas características morfogeográficas y biológicas más semejantes a las de la subcomarca natural de La Cabrera Baja que a las de la Alta, lo que singulariza el entorno natural y el paisaje de ese precioso pueblo. No es, pues, de extrañar que, históricamente, perteneciese a la Jurisdicción Administrativa de Losada (Lausata o Lausada), según figura en el Tumbo Viejo de San Pedro de Montes, que abarcaba una superficie de 192 km2 desde La Baña.


En Nogar se ubica uno de los principales Lugares de Interés Geológico de la provincia de León, declarados como tal por la Junta de Castilla y León y el IGM: las capturas del Río Eria por el Río Cabrera. Su configuración geológica es tan singular que en su subsuelo se explotó a principios del siglo XX galena, en los parajes de Fastias, Portanal y Valvaroya, para la producción de plomo.


Por su emplazamiento, justo donde la agreste montaña muere en la orilla del mítico afluente del Sil, el río Cabrera, Vivei, Vivey, Bidey, Ibei, Ibey o Ybe, citado de todas esas formas en los documentos medievales, no disfruta de grandes horizontes visuales por la angostura del valle; sin embargo, ofrece un entorno tranquilo y acogedor que atrae con mucha fuerza a todo el que visita la localidad y se funde con sus calles y su medio ambiente. La riqueza natural es patente hasta en el nombre que se le dio a la localidad por sus fundadores, Nogar, derivado del latín medieval “nucaria” para hacer referencia a la especie arbórea más abundante en el paraje (al menos, en aquellos tiempos), el nogal, el árbol del dios romano Júpiter.


Hasta hace no muchos años, todo el paraje fue un vergel. Nogar, tiene amplias y fértiles vegas (veigas) beneficiadas por las aguas del río, que hasta mediados del siglo XX fueron labradas para la cosecha del lino (linares), un cultivo que llegó a tener tal calidad que, por su suavidad, fue más cotizado que el llegado de los Países Bajos. No en vano, los nogareños cruzaban la sierra hacia el norte de Zamora por sendas ancestrales para llevar su mercancía (lienzos caseros, hiladura,…) en sacas al hombro o, los más afortunados, en carros (aprovechando algunos tramos de los canales romanos que, con una inclinación mínima, propia de la precisa ingeniería de Roma, surcan toda la Comarca), hasta los mercados de los partidos de Benavente y de La Puebla de Sanabria desde donde, parte, se exportaba a puntos más lejanos como Toledo o hasta Portugal para embarcar hacia núcleos industriales y ser tejido refinadamente antes de su comercialización.


Nogar cuenta con un inmenso y valioso patrimonio material e inmaterial como sucede en el resto de la Comarca Cabreiresa.


Nada más llegar a la localidad, se observa un imponente muro de piedra, una verdadera obra de ingenio, impasible al paso del tiempo y resistente a los rigores del clima, un paramento digno de admirar, cuyo ancestral origen no se debe a fines defensivos bélicos, sino a la protección del caserío de las bravías crecidas del río Cabrera.


Destaca su puente de piedra, de un solo ojo, cuyo origen se remonta a época de la dominación romana durante los primeros siglos de nuestra Era, aunque hay que reconocer que la factura actual que ha llegado a nosotros es medieval. Aparte de tener una construcción magistral, se encuentra en perfecto estado y aún en uso por lo que se puede disfrutar de transitar por él, poniendo el pie sobre siglos de historia, para acceder al pueblo. También cuenta con vestigios destacables de dos poblados prerromanos: “El Caldeirón” que parece ejercer de vigía del asentamiento actual y “El Castro” situado frente a la desembocadura del río Cabo, afluente del Cabrera.


Siguiendo el margen derecho del río, se puede observar claramente el trazado de carriles romanos cuya función fue conducir agua hacia las explotaciones auríferas para extraer el preciado mineral con la técnica de la ruina montium y para el lavado de la tierra removida, que se han catalogado y nombrado C-3 y C-1.


En los últimos años, con el apoyo de la Junta Vecinal, se han restaurado varias edificaciones comunales que tienen un gran simbolismo para la población como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o resultan un testimonio de los modos de vida tradicionales, como el molino, la vieja escuela, un palomar (palombar) de estructura circular, que muestra todas las características propias de este tipo de construcciones de la Comarca e incluso el “transformador”, que representa el cambio socioeconómico que supuso la llegada de la electricidad.


En cuanto al patrimonio inmaterial permanecen vivas las tradiciones de los Mayos y la figura del Gracioso, así como las fiestas de La Asunción en agosto y San Lucas en octubre, en las que nadie es forastero.


SOBRAN, PUES, MOTIVOS PARA QUE, NOGAR, SEA DECLARADO UNO DE LOS PUEBLOS TILENENSES MÁS BONITOS EN 2023.

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